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Autoridades, comisión de fiestas, reinas, damas, asociaciones, peñas, comparsas, barracas, banda de música, invitados, visitantes, dolorenses, amigos; buenas noches. Es para este servidor, como podréis imaginar, un inmenso honor y orgullo estar aquí esta noche con vosotros pregonando, anunciando las fiestas de la Virgen, y con muchísima más razón, siendo AÑO JUBILAR POR EL 50 ANIVERSARIO DE LA CORONACIÓN PONTIFICIA DE NUESTRA IMAGEN, y este dolorense de vocación, recuerda la primera vez que vino a este maravilloso entorno que es vuestro pueblo y también, con vuestro permiso, el mío.

Recuerdo que D. José Prieto (Pepito el del estanco) contactó con mi amigo Antonio Carrillos, director de la vecina banda de Almoradí­, para buscar un director que se hiciera cargo de la banda. Vine con mi amigo por el camino de Alicante que entonces discurría como ahora por el lado del «azarbe de Abanilla», pero por aquella época, las sombras de los árboles ocupaban toda la carretera, era una gozada discurrir por aquellas sombras amenas de nuestro Himno, y con la huerta en plena ebullición pues estábamos a primeros de junio. Vinieron a buscarme al vecino Almoradí­: Pepito, Joaquín Cano «el Cámara» y Rafael Andreu. Me contrataron por tres meses, pues por lo visto no se fiaban mucho de mí, y aquellos tres meses se convirtieron en nueve años que alargué en dos más. Aquel mismo día comencé las clases en compañía de un gran profesor que por entonces se ocupaba de los instrumentos de madera, D. Cristóbal Ganga, que a su vez era compañero en la banda municipal de Alicante donde ambos trabajábamos.

Aquí­ día a día, fui conociendo el pueblo y a sus gentes, hice grandes amigos que sigo conservando, aunque por desgracia algunos de ellos ya no están entre nosotros, pero estoy completamente seguro que allá donde estén se sentirán felices de que «el Castellón», como me llamaban, este humilde maestro de pueblo, ocupe hoy este maravilloso «pódium» en esta plaza, escenario de mi primer concierto en el pueblo publicando a viva voz, como en los ensayos de la banda, las fiestas de su Virgen. ¡Qué tal amigos, gracias por todo! Pepe Mora, Cámara, Vicente, Jesusín, Pepe Ramón, Fuster, Vicente (Focha), Manolo, el tío Ramón Melilla, el tío Mariano… y un largo etc. que sería harto pesado resumir. Ellos, en compañía de sus hijos, a lo cuales me confiaron para su formación musical, fueron los artífices de que la «Unión Musical de Dolores» triunfara y fuese grandemente respetada allá­ donde actuara, pues en una época en que las bandas alicantinas ni tan siquiera se atrevían a asomarse por el Certamen Internacional de Valencia, la Unión Musical de Dolores, ganó el segundo premio en primera categoría, allí donde iban los más grandes. Nos acompañaban a Valencia multitud de personas del pueblo, entre ellas, la reina y damas de aquel año con su traje de gala, que portaban con orgullo la bandera de la Unión Musical, que elegancia la de la mujer dolorense. Pero…estamos de fiesta, y la música, las barracas, los desfiles, el jolgorio, el desenfado y la alegría, desbordante alegría nos está esperando.

Comienza el Himno de Dolores «Cielo Azul» diciendo:

Tiene el pueblo que he nacido bello nombre de mujer,

y en su vega está tendido, al arrullo adormecido de sus aguas al correr,

Y acaba tal cual:

(…) como los ojos de tus mujeres,

tiene tu nombre profundidad.

Esas dos frases hechas verso y música resumen bellamente el pueblo, pero entre ellas están las vivencias, el día a día, los problemas cotidianos, el bregar para ganarse el «coscurro» todo ello redundando al socaire de la Imagen Divina de la Virgen en su trono de la Iglesia.

«Cantando amores en cruz»; La imagen de la Virgen, representada con sus puñales atravesando su corazón, nos recuerdan a los cristianos:

La profecía de Simeón

La persecución de Herodes

Jesús perdido en el templo

Jesús cargado con la cruz camino del Calvario

La crucifixión

María recibiendo a Jesús bajado de la Cruz (tal y como representa la Imagen Divina de nuestro templo)

Y el séptimo y último puñal

La sepultura de Jesús

Pero, no nos pongamos demasiado sensibles que el jolgorio, la fiesta va a comenzar; vamos a cerrar por unos das la huerta, las fábricas, almacenes, talleres y oficinas, a disponernos a festejar nuestras fiestas mayores en honor a la Virgen Dolorosa, y querría este pregonero tener la fe de santa Teresa de Jesús, de san Juan de la Cruz, de sor María Jesús de Ágreda para cantar a la «Virgen» sus excelencias, pero como eso es imposible ha compuesto una letanía, un cántico en su honor, y mientras esperamos su interpretación, retoma los versos del Himno, recitando: «Cuando las calles pasea la Virgen en procesión, todo el pueblo la rodea con un frío de emoción.  Y eso es lo que siempre he visto en Dolores, que los dolorenses con sus luces y sombras, con sus defectos y virtudes, se han distinguido por su amor a la Virgen, al pueblo, a sus tradiciones, siendo así­ que toda mi familia seamos también devotos, de hecho toda vez que vengo a visitar a los amigos, nunca falta la visita a la Imagen en la iglesia, asimismo, su estampa viaja en el coche junto con la de la Paz, del Remedio…

«El pueblo parece estrecho para dejarla pasar, y se rompe nuestro pecho con las ganas de llorar. Eso son los sentimientos, profundos sentimientos que siempre he visto en este pueblo y que humildemente comparto. Sabía que aquel docto «granaíno», aquel motrileño D. Luís Belluga y Moncada, su fundador, a quien dedicaba el pueblo, pues en sus Pí­as Fundaciones san Fulgencio y san Felipe Neri, dejó la mejor parte a Dolores, con su Virgen Dolorosa, de su profunda, su íntima vocación, haciendo del pueblo el centro de la vega.

«Ídolo amado del que está ausente, que de otros mares le haces venir». Recuerdo que nuestra banda, como seguramente seguirá haciendo, tocaba el Himno Nacional a la salida de la Imagen, entonces comenzaba a desfilar un río de gente en procesión, llegaban otra vez a la iglesia y aún tardábamos un rato en salir. Siempre preparaba una marcha especial, como si de un certamen se tratara, el acto lo merecía. La Virgen es un imán muy poderoso que atrae a propios y extraños, para ella nadie es forastero pues bajo su manto cabemos todos.

También es mi deseo citar esta noche a algunos alumnos que ya no están entre nosotros, a los cuales guardo un cariñoso recuerdo. Ellos son: Manolito y Joaquín, dos jóvenes músicos, compañeros y amigos de mi hija igual que sus hermanas; ellos eran buenísimos músicos y se fueron demasiado pronto, dirá que, mucho antes de tiempo, pero la vida es así­ y cada uno tenemos nuestro camino trazado, y no nos es posible alterarlo.

Quiero hacer una mención especial, para otro alumno, Víctor Cano, actual director de la Unión Musical, que me consta está haciendo una gran labor en su trabajo de director de la banda; cuidadle y mimadle que ahora la banda ha retomado el buen camino y se está notando en sus actuaciones y certámenes, una agrupación musical que veo nutrida con los hijos y algún que otro nieto de mis antiguos músicos y alumnos, y eso me congratula grandemente. Así­ mismo aprovecho para decir a quienes corresponda. ¡Cuidad la escuela! El niño dolorense es muy inteligente, fácil de enseñar, animadle, hay mil artificios para ilusionar a los niños y jóvenes, la música es un mundo muy completo y puede ayudar a que el niño y el joven se aparten de otros mundos más sórdidos, que a la larga pueden llegar a ser hasta escalofriantes. ¡AYUDADLES, ANIMADLES! Es nuestro deber como tutores, como educadores.

A los jóvenes les recomiendo: formaos, trabajad, estudiad, pues pese a la crisis, los recortes, nunca ha habido tantas oportunidades como ahora, y ésta es la edad. Dice el refranero castellano, tan rico en sabiduría que, ¡Quien de joven no trotea, de viejo galopea! recordemos que las gentes de mi generación no tuvimos una época escolar normal, este pregonero se formó en la escuela nocturna, después de una dura jornada de trabajo en el campo. Formaos intelectualmente, pero sobre todo, formaos, creced como personas, como seres humanos, disfrutad de las fiestas y de los dones propios de vuestra edad, juventud solo hay una, pero tened en cuenta la leyenda insertada a la entrada del  oráculo de Delfos en Grecia, la cual os recomiendo, dice así­: «NADA EN EXCESO» Disfrutad de estos días pero sin pasarse.

Recuerdo a la tía Doloritas la cual acompañaba a la banda en todas sus salidas, ella con la tía Encarna, llevaban en sus grandes capazos, agua, aspirinas, los bocadillos de los niños…también ellas instituyeron la chocolatada después de la última actuación de la banda en la plaza delante del Ayuntamiento. Recuerdo también a todos los hombres que me acompañaban en los ensayos hasta altas horas de la noche; a doña María Trives que me enseñó el himno, fiel seguidora de la banda; al alcalde de entonces D. Joaquín Hernández, que cuando estábamos preparando los certámenes de Valencia, en un colegio al aire libre nunca faltaba a los ensayos, poniendo paz entre las personas que se sentían molestadas por la banda. Un día que me preguntó cómo iba la banda, le contesté que la banda bien y escuela mejor, pero la caja muy mal, aquello por lo visto se le pegó al oído y en el siguiente pleno de la corporación en el Ayuntamiento, se aprobó una partida que superaba con creces los gastos de un año. Siempre me he sentido querido y nunca tuve queja de nada, hacía en la escuela de música todo según mi criterio, y al presidente solamente lo veía de concierto en concierto, no obstante pido perdón a las personas que haya podido molestar por cualquier causa, y doy las gracias encarecidas a todos cuantos me ayudaron a ejercer mi humilde magisterio y confiaron en mí,­ dejando la educación musical de sus hijos en mis manos, pero también confieso que fue una época maravillosa de mi vida, y fui muy feliz en Dolores con su Unión Musical.

Y como la fiesta va a comenzar, termino, ejerciendo el cargo de pregonero que tan gentilmente me ha concedido el Excmo. Ayuntamiento, y pregono:

¡SE HACE SABER! A TODOS LOS DOLORENSES, Y DE ORDEN DEL SEÑOR ALCALDE, QUE SALGAN TODOS SIN EXCEPCIÓN A LA CALLE, ABANDONAD POR UNOS D͍AS PROBLEMAS, RENCORES Y CUITAS, QUE SON LAS FIESTAS DE LA VIRGEN, ENGALANAD CASAS, CALLES Y PLAZAS, DISFRUTEMOS DE LA MÚSICA, DEL BAILE, DE LOS DESFILES Y CARROZAS, DE ESTOS DÍAS TAN ENTRAÑABLES Y ESPECIALES, ALEGRÉMONOS, PUES LA FIESTA YA HA COMENZADO.

MUCHAS GRACIAS, BUENAS NOCHES Y…

VIVA LA VIRGEN DE LOS DOLORES.